CASOS MISTERIO: EL "CHERNÓBIL MEXICANO"

Hola a todxs, espero que estén muy bien y con más ganas de misterio y duda.

Hoy miércoles les traigo una de mis historias favoritas de México, una que hasta la fecha se habla de ella y aún tiene consecuencias, si vives en México y tu casa fue construida en 1984 es muy probable que vivas con radiación, y si quieres saber cómo pasó esto quédate por que se pondrá mejor, estaré saltándome varios detalles porque la historia es muy extensa así que la resumiré lo mejor posible.

Cabe aclarar que en ese tiempo y hasta la fecha existe un factor que puede hacer que esta historia o algo parecido se repita de nuevo, este es la negligencia e ignorancia para manejar equipos radioactivos tan delicados y peligrosos, ya que, la mayoría de estos son transportados en vehículos que no son aptos para transportar dichos equipos por no contener señalamientos ni leyendas que adviertan a terceros.

Otro es el robo de vehículos con sustancias radiactivas, este se ha vuelto un problema cotidiano lo cual esta pesimamente mal, inclusive a la fecha que se escribe esta entrada hace 13 días volvió a haber un robo de material radiactivo, realmente es un problema del que se debería tratar con más seriedad, pero no vinimos a hablar sobre eso así que tu solo relájate y disfruta.

Pueden parecer inofensivos pero los gránulos de cobalto 60
pueden llegar a ser peligrosos hasta por  al menos 34 años. 


Esta historia tiene inicios el 25 de noviembre de 1977 en el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez, este hospital había adquirido una unidad de tratamiento con cobalto-60 hecha en Estados Unidos y comprada ilegalmente sin autorización y sin el personal capacitado para operarla, el cobalto 60 es una sustancia altamente radioactiva que se produce en reactores, se usa para la radioterapia comúnmente para pacientes con cáncer.

Luego de tener la maquina por 6 años el 6 de diciembre de 1983 Vicente Sotelo Alardin (en ese entonces empleado del hospital) desmantelo la máquina para venderla como fierro viejo en un depósito de chatarra llamado yonke Fénix, Vicente lo que hizo fue que desarmo el cabezal retirando el cilindro que contenía el cobalto 60 y al cargarlo a la camioneta perforo el cilindro provocando que gránulos de cobalto 60 cayeran sobre el vehículo y sobre el camino al depósito, al vender todas las partes de la maquina como fierro viejo la gente del depósito uso electroimanes para mover las piezas lo que provoco que más gránulos de cobalto 60 se dispersaran por todo el depósito.

Deposito donde se vendieron todas las partes de la maquina
junto con la sustancia radioactiva.


Para no hacer el cuento largo con ese metal de la chatarrería se fabricaron más de 3,000 bases para mesas y aproximadamente 6,600 toneladas de varillas de construcción contaminadas distribuidas entre los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Tamaulipas, Querétaro e Hidalgo.

La forma en la que se dieron cuenta de esta catástrofe fue que al intentar pasar material de construcción a Estados Unidos se percataron que las varillas emitían radiación e informaron al gobierno Mexicano y para cuando intentaron recuperar el material ya era demasiado tarde, ya había más de 814 construcciones hechas con más de 4000 personas afectadas.

De verdad espero te haya gustado esta entrada no fue sencillo resumir una historia tan extensa y creo que incluso se podría hacer una segunda entrada explicando cómo se recuperó el material y sobre el famoso cementerio radioactivo, pero eso será para el próximo blog.

Buenas noches y nos vemos en otra entrada de Expedientes Miedo.



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